Iván M. Prado Rodríguez
La ropa de trabajo
La ropa de trabajo es un aspecto fundamental que debemos tener en cuenta si nos dedicamos, aunque sea como aficionados, a la jardinería. Por supuesto, es importante utilizar ropa cómoda y que no nos importe manchar ni estropear. Pero es todavía más importante utilizar una vestimenta que además sea adecuada a la tarea que vayamos a realizar en nuestro jardín o terraza. Puede que parezca una tontería, pero en muchos casos, un equipo de protección correcto puede evitar que un pequeño accidente pase de mera anécdota a algo más serio, sobre todo si estamos haciendo uso de herramientas de corte provistas de motor.
En principio, aunque dependerá de la tarea concreta a realizar, es fundamental no olvidarse de utilizar accesorios básicos como un gorro, unas gafas protectoras, un casco o unos protectores para los oídos (en el caso de que estemos utilizando máquinas que hagan mucho ruido). Estos, además de protegernos, también nos facilitarán el trabajo y lo harán más seguro. Otra prenda imprescindible son los guantes de trabajo, muy útiles para casi todas las tareas que tenemos que realizar en nuestro jardín. Dependiendo de cuál sea el trabajo concreto tendremos que utilizar distintos tipos de guantes: los más básicos nos servirán para mantener las manos limpias y protegidas mientras trabajamos con sustratos, abonos, etc., e incluso nos proporcionarán cierta protección frente a las espinas de algunas especies de plantas. A mayores, en el mercado podemos encontrar guantes especiales anticorte que nos protegerán frente a cortes por motosierras, tijeras, etc. De acuerdo con su finalidad y el tipo de protección que precisamos de ellos, los guantes pueden ser diversos en cuanto a su fabricación, y los podemos encontrar de tela, cuero, ante, malla metálica, etc, y por supuesto, como en el resto de la ropa, en distintas tallas.
Si vamos a realizar tareas con herramientas mecánicas es muy importante contar con una protección adecuada, sobre todo frente a lesiones producidas por cortes a la altura de las piernas. Los petos, pantalones o perneras especiales anticorte, son la vestimenta más eficaz. Se trata de ropa elaborada con materiales ligeros y cómodos, muy resistentes, muy poco sensibles a la suciedad y fáciles de lavar. Es importante elegir ropa que transpire y que no irrite la piel. Los materiales que más se utilizan en su fabricación suelen ser algodón, poliéster, nylon, poliamida, etc.
En invierno, también tendremos que salir a realizar nuestras tareas en el jardín. En esa época el frío y la lluvia suelen ser nuestros compañeros habituales de trabajo, por lo que es fundamental contar con ropa impermeable, ropa de abrigo y unos buenos zapatos o botas. Estos pueden ser de goma o de cuero, y a ser posible impermeables y con suela de poliuretano, lo que nos evitará resbalar sobre la hierba mojada. Las botas también son necesarias cuando utilicemos herramientas mecánicas, sobre todo si son cortantes. En estos casos, es importante hacer uso de botas especiales anticorte, reforzadas en la puntera y en la solapa.
Para proteger nuestra cabeza podemos contar con gafas protectoras, cascos, protectores auditivos, o con cascos que integran en una sola pieza pantallas protectoras y protectores auditivos. Estos últimos son particularmente útiles para tareas donde tengamos que utilizar máquinas como desbrozadoras o motosierras.
Otra de las tareas importantes donde tenemos que emplear ropa de protección es en la aplicación de productos fitosanitarios. Antes de empezar el uso de cualquiera de estos productos, debemos leer detenidamente y seguir al pie de la letra la ficha técnica que aparece en los envases de este tipo de productos. Antes de utilizarlos, es conveniente hacer acopio de guantes de goma, mascarillas, fundas plásticas y botas de goma. Al acabar de usarlos, debemos sacarnos la ropa y lavarnos convenientemente con agua y jabón.
Aparte de las prendas ya mencionadas existen otros elementos que nos ayudarán a realizar de una forma más cómoda y práctica las distintas tareas de nuestro jardín como son los cinturones, las rodilleras, etc.
Y recordar, que aunque parezcan aparatosas y espantosas, estas prendas son prácticas, útiles y están concebidas para nuestra seguridad, por lo que no nos debería importar el aspecto que nos dan.