Iván M. Rodríguez Prado
Las tareas del mes de Julio
Aunque no nos lo acabemos de creer hemos llegado al mes en donde el sol, pasado el solsticio de verano, se manifiesta en toda su grandeza. Nuestros jardines deberían rebosar en esta época de color y vida, sobre todo ahora que han empezado las vacaciones escolares y teniendo en cuenta que la intensa lluvia de este año, aunque no nos ha permitido disfrutar de las bellas flores de abril, los ha embellecido más. Una parte del merito es nuestro ya que las tareas mensuales que hemos ido realizando a lo largo del año, ahora muestran sus resultados.
Estamos en un mes caluroso y en teoría sin demasiadas precipitaciones, por lo que regar o rociar con regularidad debe ser una tarea a tener muy en cuenta para obtener un crecimiento y una floración abundante. El follaje seco, la caída de hojas y de flores suelen ser síntomas causados por un sol y calor extremos, por ello habrá que comprobar si a estas plantas les llega el agua de manera suficiente. A veces, con un cambio de ubicación de la planta conseguimos solucionar el problema, es imprescindible conocer las características de la planta que compramos para saber dónde colocarla en nuestro jardín.
El césped y las plantas expuestas al sol requieren riego casi a diario. En general, los árboles necesitan un riego profundo al menos una vez por semana. Los rociados con la manguera favorecen a muchos árboles y arbustos, se elimina el polvo de sus hojas y cortezas, se reduce el número de insectos perjudiciales (pulgones, araña roja, minadores,…) y se mantiene un microambiente fresco en torno a las plantas. Trataremos de hacerlo a horas que no sean las de mayor insolación.
Las plantas en macetas, fuentes y jardineras acusan con mucha mayor rapidez la falta de agua, y deberán regarse a diario llegando incluso a hacerlo dos veces, por la mañana y la noche, si hace mucho calor. No debemos olvidarnos de comprobar si las plantas de las cestas colgantes reciben la cantidad que necesitan de agua: éstas son un caso particular y necesitan más agua que las de otros contenedores porque al estar suspendidas del techo, se produce más evaporación del agua que en el resto de plantas y la tierra se seca más fácilmente.
Hay que tener en cuenta que el lavado del terreno producido por los riegos continuos favorece la pérdida de nutrientes del suelo y su empobrecimiento. Para compensar este efecto realizaremos abonados regulares, sobre todo si no se han hecho en junio. Con ello conseguiremos que se mantenga y estimule la actividad vegetativa y la floración de muchas especies que están en plena actividad desde hace varias semanas.
Podemos mantener a raya los setos de nuestro jardín mediante las podas de mantenimiento, en donde iremos cortando los crecimientos; podemos hacer lo mismo para arbustos con formas rígidas. También retiraremos las primeras flores marchitas de los arbustos para así favorecer la aparición de una segunda floración; al finalizar la floración, los vástagos que han tenido flor se acortan para estimular de esta manera su crecimiento.
Repasaremos las rosas del jardín, tan bellas ahora, que pueden llenar de color y fragancia las estancias de tu casa. El corte que les hagamos para recoger las flores las fortalecerá y estimulará para que vuelvan a florecer sin parar. Es preferible realizar los cortes siempre a primera o a última hora del día y con un buen tallo floral, de este modo nos obsequiarán con brotes más fuertes y formas en cada ejemplar más compactas y atractivas. Quita las rosas mustias para que no consuman nutrientes al formar fruto y resten de ese modo recursos y belleza a la planta.
Realizaremos la escarda de forma continua, para que las malas hierbas que brotan con insistencia desaparezcan de nuestros macizos anuales y vivaces y no les resten belleza. Aprovecharemos esta operación para ir quitándoles también las flores marchitas, de forma que tengamos más probabilidades de disfrutar de una segunda floración.
Por último, examinaremos nuestras plantas a menudo comprobando si tienen algún síntoma raro que nos indique la aparición de plagas y/o enfermedades. Es más fácil acabar con los problemas al inicio que una vez ya avanzados. En esta tarea no necesitaremos invertir un tiempo extra ya que podemos aprovechar cualquier otra labor de mantenimiento para llevar a cabo esta revisión.
Y recordad, un poco de trabajo siempre trae recompensa, sobre todo en este mes de recolección de fruta y flores, en donde los paseos al atardecer son de agradecer y los baños a la luz de la luna, en las noches calurosas, no tienen precio.