Iván M. Prado Rodríguez
Tareas de febrero
Acabamos de iniciar el mes de febrero y no sólo nosotros nos hemos dado cuenta, muchas de nuestras plantas también lo empiezan a sentir. Por poco que salgáis de la ciudad, empezaréis a ver los colores de este mes, especialmente las flores amarillas de las mimosas y de los toxos, que destacan con fuerza allí donde se encuentran. Observar su colorido llena de alegría las frías y húmedas mañanas de este mes, por lo que si una de estas mañanas o tardes os lo podéis permitir, y el tiempo os acompaña, disfrutareis de un agradable y bonito paisaje de invierno. Poco a poco el resto de las plantas de brotación temprana también empezarán su espectáculo de color, dando el pistoletazo de salida que anuncia el inicio de la gran actividad en el jardín.
Este mes seguirá siendo frío, por lo que a pesar de empezar a ver flores no debemos desproteger nuestras plantas más sensibles. Ya sabéis que las noches estrelladas dan lugar a mañanas heladas, por lo que no os dejéis engañar si empezáis a ver el sol entrando por vuestra ventana.
Lo primero que tenemos que hacer es echar una visual por todo el jardín y localizar los daños que nos hayan causado las inclemencias del tiempo. Debemos de prestar especial atención a las plantas trepadoras, repasar sus guías, y sujetar aquellas que se hayan soltado. Si hubieran sufrido daños tipo rotura de ramas, podaremos aquellas que lo precisen y las volveremos a fijar. Como ya hemos dicho estamos en una época fría por lo que todavía estamos a tiempo de plantar especies de hoja perenne y caduca. También es una buena época de trasplantes tanto para las plantas vivaces, como los arbustos de hoja caduca, por lo que si aún no lo se ha realizado, habrá que hacerlo antes de que éstos empiecen a brotar.
Si el tiempo no os motiva a salir, aprovechar y hacer una puesta a punto de las herramientas y la maquinaria del jardín. Afilar las cuchillas del cortacésped, cambiar el aceite, los filtros. Es importante tener todo el material bien cuidado y limpio, de esta manera se evitan muchos problemas innecesarios.
Febrero es un buen momento para empezar a elaborar los planes de plantación para la próxima temporada, conviene hacer un repaso general con una lista recorriendo todo el jardín.
Otra tarea fundamental de este mes es la preparación del terreno, haciendo hincapié en la eliminación de las malas hierbas. Ahora no dan mucho trabajo, por lo que es la mejor época para dejar listo el terreno para las futuras plantaciones.
En cuanto al césped todavía no nos va a exigir mucha atención. Lo que debemos evitar es la formación de charcos, por lo que si esto ocurriera debemos favorecer la infiltración del agua en el terreno haciendo agujeros con una horca en los lugares donde el agua se acumule. Si el musgo empieza a cubrir nuestro césped es un buen momento de eliminar gran parte de él mediante un escarificado, o aplicando algún producto antimusgo.
En este mes ya podemos empezar a sembrar las plantas anuales de floración primaveral, aunque teniendo en cuenta que quedan por venir alguna que otra helada, lo más indicado es realizar la siembra en un lugar protegido, en interior o en un invernadero. En el mercado existen pequeños invernaderos muy prácticos para estos casos, apenas ocupan sitio y dan muy buenos resultados. También es época de plantar los bulbos de floración primaveral como son las Anémonas o Ranúnculos.
Aún estamos a tiempo de podar los árboles caducifolios, así como los frutales y las plantas trepadoras. Aunque hay que tener precaución de no podar en época de heladas. No podaremos los árboles y arbustos que están a punto de florecer, tipo prunus o magnolia soulangeana, ya que si lo hacemos perderán gran parte de su floración. Estas especies debemos podarlas después de que pase su floración. Febrero es el mes perfecto para podar los rosales, eliminar las ramas viejas, favorece una buena floración.
Estamos en un buen momento para realizar tratamientos con aceite a todos los árboles de hoja caduca, nunca en los de hoja perenne. Este tratamiento sólo se aplica sobre el tronco y las ramas desnudas, consiguiendo asfixiar a las cochinillas y matar los huevos de pulgones y ácaros que están sobre troncos y ramas. No debemos olvidarnos de los caracoles y las babosas, los podemos eliminar manualmente o utilizando productos fitosanitarios antilimacos.
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