Tareas de Noviembre.
Iván M. Prado Rodríguez.
El final de octubre nos ha regalado sol y buen tiempo, lo que unido a las lluvias intensas que tuvimos al principio, ha propiciado que muchos saliéramos a recoger setas, castañas y algún que otro fruto típico de esta época. La verdad es que puede que muchos no recogiéramos casi nada, pero la excusa era perfecta para disfrutar de las maravillosas estampas otoñales. Aquellos que todavía no lo habéis hecho, no os preocupéis, todavía estáis a tiempo pues es en el mes de noviembre donde los colores del otoño se intensifican todavía más. El espectáculo no ha hecho más que comenzar.
Seguramente, si en vuestro jardín tenéis algún árbol de hoja caduca, las hojas rojas, naranjas, amarillas y ocres ya se han convertido en una habituales del día a día. Estas bellas hojas, al menos al principio, tienen varios usos muy prácticos y beneficiosos para nuestro jardín. Sin embargo, las que estén sobre el césped se deben recoger enseguida. Una buena forma de hacerlo es utilizar una escoba o rastrillo de hojas, aunque si la superficie es grande vendrá mejor utilizar un soplador-aspirador. Una vez recogidas, podemos agruparlas y aplastarlas para utilizarlas como acolchado sobre especies susceptibles al frío, o introducirlas en una cubeta de compost con el objeto de elaborar abono. Otra opción es recoger las más bonitas y dejarlas secar, para después utilizarlas en alguna manualidad.
Estamos en un buen momento para escarificar el terreno y retirar la vegetación espontánea que ha aparecido en los últimos meses en el jardín – si lo hacemos ahora, los macizos quedarán libres de malas hierbas hasta primavera. También es una buena época para realizar la última poda del año en los setos: bastará con cortar los brotes de desarrollo irregular. Aprovecha para podar las hortensias, las lavandas y todas aquellas plantas vivaces que perderán su parte aérea en esta época.
Aún nos quedan plantas con flores en el jardín; la abelia, los leptospermun, y las ericas son buenos ejemplos. En maceta, los áster y los crisantemos nos regalan las últimas flores del otoño, que bien situados nos aportan alegría y color en esos días de niebla y frío. Empezamos con las heladas nocturnas, por lo que si queremos prologar el tiempo de estas flores, es recomendable taparlas con un plástico antes de una noche fría.
A partir de finales de mes podremos empezar a disponer de árboles en cepellón para poder plantarlos en el jardín. Plantar bulbos de floración primaveral es una tarea importante que no debemos de olvidar si queremos disfrutar de sus bellas flores en enero. Mientras, las plantas de ciclamen y los pensamientos nos pueden aportar puntos de color en nuestras jardineras y macizos.
Cuidado con los ataques de caracoles en las plantas más carnosas como pueden ser las bergenias, uñas de león, saxifragas… Al escasear la vegetación, buscarán este tipo de plantas para saciarse. Se pueden controlar con cebos envenenados o barreras protectoras.
Las plantas de interior también son susceptibles a las heladas por lo que si las dejamos por la noche en la terraza, corremos el riesgo de que sufran daños. Sin embargo, dentro de nuestra casa la sequedad ambiental provocada por los radiadores puede ser sofocante para las plantas. Un remedio para evitar esto sería rociarlas con agua tibia los follajes sin vello y colocando platos con agua y piedras bajo las macetas.
En cuanto a nuestra huerta, retiraremos los restos de cultivos de verano para poder roturar y abonar el terreno, preparándolo para las nuevas plantaciones. Dentro de este mes, en los frutales, podremos empezar a aplicar el primer tratamiento a base de aceite invernal.
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