Iván M. Prado Rodríguez
El arte de la topiaria
Hoy hablaremos del arte de la topiaria, una práctica de la jardinería que consiste en dar y mantener formas geométricas o artísticas a las plantas, mediante las operaciones de poda y la utilización de estructuras de contención.
La topiaria es un estilo de poda muy representativa de los jardines geométricos formales, así como de los jardines japoneses. En muchos casos la intervención del hombre sobre la naturaleza es tal, que las plantas dejan de convertirse en lo que son para dar lugar a verdaderas obras de arte esculpidas.
La palabra topiaria deriva de la palabra latina topiarius, que significa: jardinero – paisajista ormanental, creador de topia (lugares). El origen de este arte se localiza en la época romana y su uso se extendió desde entonces hasta nuestros días. Durante el Renacimiento italiano la utilización de esta destreza destacó con fuerza en los jardines. Hay que recordar que en esta época los jardines eran parte esencial de las representaciones artísticas y de la arquitectura. Algunos jardines italianos renacentistas son tan complejos como las villas con las que están relacionados. Los materiales, las proporciones y la jerarquía son reflejo de las cualidades y del pensamiento de aquella arquitectura. Los jardines servían de conexión entre las villas construidas en terrenos elevados y las vistas espectaculares que se gozaban desde aquella.
El máximo esplendor del arte de la topiaria, se alcanzó con André Le Nôtre, el diseñador y creador de los jardines del palacio de Versalles en 1662, en donde destacan las formas cónicas y piramidales. A medida que el estilo de los jardines fue cambiando, el arte de la topiaria también lo hizo. En los jardines ingleses de la época victoriana del S. XIX, las formas que dominaban en el arte de la topiaria dejaron de ser tan rectilíneas para volverse más redondeadas. Se hicieron comunes las formas redondas, las medias lunas, los rombos, los corazones, los arcos y las mariposas. Actualmente, la topiaria implica la realización de prácticamente cualquier forma deseada, pero destacan, por habituales, las formas de espirales, de animales, de personas, de objetos, de dibujos animados, de letras… hasta un sin fin se formas inimaginables.
A la hora de dar la forma deseada a las plantas, además de elegir las especies vegetales más adecuadas para este fin, necesitamos tener mucha paciencia. Estamos ante un proceso largo que requiere de varios años de intervenciones. Una persona con mucha práctica con las tijeras de podar puede cortar ‘a ojo’, tanto para la formación como en los recortes de mantenimiento posterior. Sin embargo, lo más habitual y aconsejable es utilizar armazones de metal, de madera o alambre, cuerdas, tablas e incluso muelles. Con estos materiales podremos darle la forma elegida a la planta. Una vez que la forma se consigue, el mantenimiento posterior consiste en recortar regularmente los nuevos brotes que sobrepasen más de 15 cm del perfil establecido.
Las formas de fantasía, como son los animales o estructuras más complejas, se suelen realizar teniendo previamente un armazón de malla metálica de la figura. Una vez instalada la planta, la vegetación cubrirá el armazón metálico. En el momento que parte de la vegetación empieza a sobresalir del armazón se empezarán a cortar los brotes que sobresalgan. De todos modos, si no queremos pasar tiempo creando la forma de nuestras plantas, también podemos comprar plantas ya formadas en conos, esferas, obeliscos, en espiral, en pompón, etc.
Entre las especies vegetales más utilizadas para el arte de topiaria, destacan el Boj (Buxus sempervirens), el Aligustre (Ligustrum japonicum, L. ovalifolium, L. jonandrum), Laurel (Lauris nobilis), la Lonicera (Lonicera nitida), la hiedra (Hedera spp.), el Laurel real (Prunus laurocerasus), el Pitospor (Pitosporum tobira), el Tejo (Taxus baccata), entre otras muchas.
El mayor inconveniente de la topiaria, es su necesidad de frecuente mantenimiento pues precisan de una poda regular muy a menudo. De hecho, si no se prevé su realización lo mejor es no contar con este tipo de forma en nuestro jardín, ya que los descuidos se suelen apreciar con rapidez. En todo caso, la frecuencia de corte dependerá de la velocidad de crecimiento de las especies vegetales elegidas. El Tejo o el Boj son plantas de crecimiento muy lento, que normalmente no precisan más de uno o dos recortes al año; otras especies de crecimiento más rápido pueden llegar a necesitar un repaso mensual durante la época de crecimiento.
Actualmente la topiaria se sigue utilizando mucho en los jardines, tanto particulares como públicos. La utilización de plantas con formas decorativas suele resultar muy llamativa, por lo que no es raro verlas como puntos focales aislados. Otro uso común, es en la entrada de las casas. Los setos formales, podados geométricamente también se engloban dentro de este tipo de poda.
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