Iván M. Prado Rodríguez
La Gerbera
La Gerbera, también conocida como “margarita africana”, es una planta herbácea de la familia de las asteráceas muy utilizada como planta para flor cortada debido a la gran belleza de sus flores, existentes en una amplia gama de colores y tamaños que la han convertido en una de las especies más demandadas del mercado.
Planta de porte redondeado y de fácil cultivo en macetas, en tiempo cálido y con elevada iluminación emite flores semejantes a la de las margaritas (que pertenecen a la misma familia botánica) aunque de mayor tamaño. Los pétalos se distribuyen en coronas que pueden ser simples, dobles o semidobles, y de tonos muy diversos. En la actualidad existen multitud de híbridos con colores como el blanco-crema, amarillo, rosa-anaranjado, rojo, púrpura y violeta. El botón central puede tener coloración verde o negra.
A la hora de ubicarla, elegiremos un lugar a pleno sol y alejada de las corrientes de aire, en donde las temperaturas no desciendan por debajo de los 20 ºC. Esto nos asegurará que florezca adecuadamente.
El riego se efectuará de manera muy frecuente, pero siempre regándola por la base, de forma que la tierra esté húmeda pero no encharcada. Debemos asegurarnos de que la planta tenga un buen drenaje, ya que el exceso de agua puede dañarla. El abonado se aplicará cada 15 días desde primavera hasta otoño.
El cultivo de la gerbera en maceta es sencillo, aunque conviene ir eliminando las hojas envejecidas, así como otras partes de la planta que impidan una correcta iluminación y aireamiento.