Iván M. Prado Rodríguez
Los barrenadores.
En estos meses de frío, los árboles y arbustos ornamentales pueden correr peligro por el ataque de algún tipo de plaga que afecta a la madera. Una de las plagas de la madera más frecuentes de las que nos podemos encontrar es la formada por unas larvas de insectos, pertenecientes al orden de los Coleópteros, conocidas como barrenadores.
Para tenerlos controlados, debemos prestar atención a las ramas de los árboles para ver si se han secado repentinamente. Si tenemos la posibilidad de acercarnos a una de estas ramas y observamos una acumulación de serrín en la base de la rama, al pie del árbol, o en la entrada del orificio, o incluso unas exudaciones gomosas en la corteza, estaremos delante, casi con total certeza, de tener a estos pequeños enemigos en nuestro jardín.
Estas larvas pueden provocar innumerables daños, incluso la muerte de cualquier árbol ejemplar. Suelen atacar a los árboles y arbustos más débiles, los que tienen falta de nutrientes, una mala ubicación o que han recibido el ataque de otras plagas o enfermedades. Dentro de las especies arbóreas más atacadas se encuentran las de madera blanda como son los sauces, abedules, chopos, y prácticamente todos los frutales.
En estas fechas los árboles recién plantados pueden ser uno de sus objetivos, como también lo pueden ser aquellos que han sufrido destrozos causados por el viento, como ramas rotas, heridas, etc.,… siendo en estas zonas dañadas las más idóneas para empezar a desarrollar su actividad. Por ello, una vez plantados no nos podemos olvidar de su correcto riego y de un buen abonado, de esta forma provocaremos una fuerte actividad vegetativa evitando así la anidación de estos pequeños devoradores.
Si tenemos algún árbol totalmente dañado, no debemos de dudar en eliminarlo ya que si no lo hacemos podrían ser atacados por esta plaga otros árboles de nuestro jardín. En cambio, si solo está afectado en unas cuantas ramas, podemos tratar de salvarlo, solo con cortarlas y quemarlas resultaría suficiente para eliminar la plaga.
Una vez que estas plagas abaten un árbol, continúan con su proceso de alimentación hasta que lo destruyen. Cuando la madera se pudre, al humedecerse es atacada por las larvas de los escarabajos que la van acribillando, favoreciendo así la entrada de hongos y bacterias. Los residuos provocados por estas larvas, son devorados por otros microorganismos descomponedores ayudando así a que este material de desecho se recicle a través del suelo incorporándose a otros árboles o plantas en forma de materia orgánica.
Existen distintos tipos de métodos para combatir estas plagas. Uno de ellos son los tratamientos preventivos, siendo estas fechas invernales las propicias para aplicar un aceite mineral, por ejemplo. Otro método es colocar un cebo, éste puede ser un trozo de una rama, así los barrenadores se asentarán ahí y no en el árbol. Estos cebos los cambiaremos cada cierto tiempo para evitar su propagación. También podemos introducir en los orificios causados por los barrenadores un alambre reforzado con un algodón empapado con insecticida, es otra forma de acabar con esta plaga.