Iván M. Prado Rodríguez
Tareas del mes de Marzo
Dejamos atrás febrero y nos adentramos en marzo, el mes de los cambios y del color en el jardín. Lentamente el frío y la oscuridad del invierno van perdiendo fuerza, y las primeras señales de que la primavera está a punto de empezar son cada vez más visibles. Marzo es el mes de la jardinería por excelencia, los cambios que se perciben en este mes son tan intensos que animan a muchos amigos de las plantas a volver a encontrarse con ellas. Las flores de los bulbos, que hemos plantado este invierno o que han quedado de otros años atrás, empiezan a salir, aportando pequeños toques de color que junto con las especies de floración temprana como la camelia, la forsythia, la mimosa, el magnolio solangeana o los ciruelos de paseo, nos invitan a visitar y pasear por los jardines, a poco que el sol salga.
Estamos en una buena época para trabajar en el jardín, de hecho, es el momento perfecto para preparar la tierra para las plantaciones de prácticamente cualquier especie vegetal, sobre todo si queremos aprovechar la lluvia primaveral. En cuanto a la siembra, no debemos precipitarnos. Esperaremos a que deje de helar, y la realizaremos o a primera hora del día o en días nublados, asegurándonos de que el sol apenas caliente.
Aún estamos a tiempo de realizar los trasplantes que veamos necesarios, aunque previamente estudiaremos cual es el mejor sitio que va ocupar la planta trasplantada, para ello tendremos en cuenta sus necesidades de sol y sombra, tipo de suelo, y demás condiciones.
El frío empieza a perder fuerza, por lo que iremos retirando las cubiertas protectoras que hayamos puestos para evitar los efectos del frío. Aún así, estaremos atentos a la llegada, temible, de alguna helada primaveral.
Eliminaremos todos los restos de hojas y desechos del invierno que aún persisten en el jardín. Quitaremos las malas hierbas antes de que florezcan y esparzan sus semillas por todos los rincones. A fin de que esta solución tenga un mayor efecto, una buena opción es cubrir nuestros macizos y alcorques con algún tipo de cobertura, como puede ser la corteza de pino triturada o la grava de colores. Si queremos que este efecto sea duradero, lo mejor será colocar por debajo una malla antihierba.
Todavía estamos a tiempo de realizar alguna tarea de poda. Eso sí, es recomendable tratar las heridas con algún tipo de cicatrizante: hemos de tener en cuenta que dada la entrada en actividad de las plantas y la presencia de humedad por las lluvias primaverales es muy factible que se reproduzca algún tipo de enfermedad en las heridas producidas por la poda. Es muy importante utilizar las herramientas adecuadas y que éstas estén limpias y afiladas.
Estamos en época de brotación por lo que alimentar a nuestras plantas y proporcionarles las dosis correctas de abono y agua es una de las tareas de mayor importancia de éste mes. Las propias plantas serán las que nos digan la frecuencia de agua que necesitan, algo que sabremos tocando el sustrato y valorando su nivel de humedad. Cuando la tierra esté muy seca, habrá que regar y será mejor hacerlo a primera hora de la mañana o a la última hora del día, cuando el sol no calienta.
En cuanto al césped, en este mes podemos realizar resiembras para recuperar las zonas más deterioradas o aquellas zonas que presenten calvas; podemos realizar una aplicación de herbicida selectivo con el fin de eliminar las malas hierbas de nuestro césped y por supuesto, realizar una labor de escarificado que además de quitar la capa superficial de restos secos a causa de siegas, caída de las hojas, etc., también permite que nuestro suelo tenga una buena aireación.
Los hongos y plagas harán acto de presencia con los primeros brotes, que por sus tejidos tiernos serán un objetivo muy apetecible. Para evitarlo haremos tratamientos preventivos mediante fungicidas e insecticidas. También vigilaremos la presencia de babosas o caracoles, cuya eliminación puede realizarse manualmente o bien a través de productos fitosanitarios antilimacos, de venta en establecimientos especializados.